Si te has preguntado cómo certificar una traducción, es probable que necesites presentar documentos en un idioma diferente para diversos trámites oficiales. Es importante entender qué tipo de traducción necesitas según los requisitos específicos de cada organismo o institución.
Como agencia de traducción, te explicamos cómo obtener una traducción certificada, ya sea para realizar trámites en el extranjero, validar títulos académicos o cerrar acuerdos internacionales. ¡Toma nota!
Traducción certificada vs. traducción jurada: aclarando conceptos
Si quieres saber cómo certificar una traducción, es necesario entender que existen diferentes tipos de traducciones con distintos niveles de validez oficial:
Traducción simple
Se trata de un tipo de traducción realizada por cualquier traductor profesional, y que carece de validez legal.
Traducción certificada
- Realizada por un traductor profesional.
- Incluye una declaración del traductor sobre la precisión de la traducción.
- No tiene validez legal oficial en España.
- Puede ser aceptada en algunos contextos no oficiales o en ciertos países extranjeros.
Traducción jurada
- Realizada exclusivamente por traductores jurados nombrados por el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación (MAEC).
- Incluye sello oficial, firma y número de registro del traductor jurado.
- Tiene plena validez legal en España.
- Necesaria para documentos oficiales presentados ante autoridades españolas.
- Para más información, te recomendamos que leas el post dónde te explicamos qué es un traductor jurado.
Es importante destacar que una traducción certificada NO es lo mismo que una traducción jurada.
Si necesitas una traducción con validez legal en España, debes solicitar específicamente un servicio de traducción jurada. Este servicio garantiza que tu documento cumplirá con todos los requisitos legales y será aceptado por las autoridades pertinentes.
Cómo certificar una traducción: pasos a seguir
Si necesitas una traducción certificada, sigue esta guía para asegurar un proceso eficaz:
1. Selección del traductor profesional
Localiza un traductor competente y experimentado en el campo requerido. Aunque no es imprescindible que sea un traductor jurado, es aconsejable que posea formación específica en traducción.
Si tu proyecto involucra eventos en vivo, también podrías necesitar profesionales versados en técnicas de interpretación simultánea. No obstante, esto es un servicio adicional a la traducción certificada.
2. Contacto inicial
Establece comunicación con el traductor seleccionado. Proporciona información sobre:
- Tipo de documento a traducir.
- Idioma de origen y destino.
- Finalidad de la traducción.
- Plazo de entrega deseado.
3. Envío del documento original
Facilita al traductor una copia nítida y completa del documento a traducir. Opciones de envío:
- Versión digital: ideal para agilizar el proceso. Se recomienda en formato PDF o imagen de alta resolución.
- Copia física: si el documento contiene elementos que requieren verificación táctil o visual directa.
Asegúrate de que todas las páginas sean legibles y estén incluidas.
4. Presupuesto y plazos
Solicita un presupuesto detallado que incluya:
- Coste de la traducción.
- Coste de la certificación.
- Posibles gastos adicionales (envío, copias extra, etc.).
Acuerda los plazos de entrega, teniendo en cuenta la extensión y complejidad del documento, así como la urgencia de tu solicitud.
5. Realización de la traducción
El traductor llevará a cabo su labor centrándose en la precisión terminológica, la adecuación del estilo y la coherencia del texto. Prestará especial atención a los aspectos culturales relevantes, asegurando que el resultado final sea fiel al original y apropiado para el público destinatario.
Dependiendo de la naturaleza del documento, podrías estar tratando con una traducción técnica. Si quieres saber más sobre qué es la traducción técnica y sus particularidades, te recomendamos consultar nuestro artículo especializado en el tema.
6. Revisión y corrección
Tras finalizar la traducción, el traductor realizará una revisión exhaustiva que comprenderá:
- Corroborar la exactitud del contenido.
- Corregir posibles errores tipográficos o de formato.
- Verificar la consistencia terminológica en todo el documento.
7. Certificación
El traductor adjuntará una declaración que certifica la precisión de la traducción. Habitualmente, esta declaración incluye:
- Datos del traductor: nombre completo, titulación, dirección profesional.
- Información del documento original: título, autor, fecha de emisión.
- Afirmación de la fidelidad y exactitud de la traducción.
- Fecha de la certificación.
- Firma del traductor.
- Sello profesional (si lo tuviera).
8. Entrega del documento
Recibirás la traducción junto con la certificación. Por lo general, las opciones de entrega incluyen:
- Formato digital (PDF con firma electrónica).
- Copia física en papel con membrete del traductor.
- o una combinación de ambas según tus necesidades.
9. Verificación
Examina el documento traducido y la certificación. Comprueba que todos los elementos del original estén traducidos, que la certificación contenga la información necesaria y que las firmas y sellos sean legibles.
10. Legalización (si fuese necesaria)
Si el país o la institución de destino lo requiere, podrías necesitar legalizar la firma del traductor ante notario. Para uso internacional, es posible que se requiera la Apostilla de La Haya.
En definitiva, si te preguntabas cómo certificar una traducción, verás que es un proceso que requiere atención a los detalles y la elección del tipo de traducción adecuado según tus necesidades. Ya sea que optes por una traducción certificada o una traducción jurada, lo importante es asegurarte de que el documento final cumpla con los requisitos de la entidad que lo solicita. Si tienes dudas, consulta con nosotros. En Clinter Traducciones estamos para asesorarte y garantizar que tu traducción sea aceptada sin problemas.