La actual emergencia mundial con respecto al coronavirus no sólo ha mostrado errores graves, declaraciones y negaciones por expertos «autoritarios»: médicos, biólogos, etc. (por ejemplo, sobre la utilidad o no de las mascarillas) si no también los importantes problemas que los españoles tenemos con el ingles.
La mala traducción es sinónimo de desinformación
En este alud informativo, tan profuso como cuestionable, se han traducido términos ingleses como “recovered», que significa «curado», con el término «hospitalizado» y, a pesar de varios informes, sólo algunos periódicos han hecho la corrección. Estos artículos han sido publicados, difundiendo información incorrecta a una audiencia ya muy preocupada por la evolución de la situación.
Errores que recalcan un problema ya conocido por todos los medios de comunicación a nivel mundial y, los medios españoles, no son una excepción: la falta de profesionales de la traducción en este campo. Todavía la prensa especializada confía en las traducciones automáticas que son absolutamente ineficaces en contextos médicos científicos, donde prima el buen hacer y la calidad de profesionales en campos vitales para atajar de raíz la desinformación. Todo documento que se publique debería estar rigurosamente traducido por traductores nativos que estén habituados a un lenguaje con terminología médica.
Lo barato sale caro
Desde Clinter recomendamos siempre confiar en un equipo de traductores especializados, profesionales capaces de superar cualquier barrera lingüística.
Además, siguiendo este link , os dejamos las recomendaciones lingüísticas publicadas por Fundeu sobre los términos relativos al COVID-19, que nos parecen muy interesantes.