Acento gallego, vasco, andaluz, catalán… ¿Alguna vez te has preguntado por qué en España y en nuestro idioma nos encontramos con hablantes que hablan de una manera y otros de otra? ¿Por qué para un canario un bus es una “guagua” cuando en la península no cambia? ¿A qué se debe esto? Este fenómeno en el que encontramos diferencias en personas que hablan el mismo idioma se conoce por variación lingüística; y desde Clinter, traductores jurados en Madrid, te lo vamos a explicar.
¿A qué nos referimos específicamente cuando hablamos de variación lingüística?
La variación lingüística es una característica del lenguaje y es el término que utilizamos para referirnos al conjunto de diferentes formas o alternativas que existen y usamos para expresar un mismo significado en el dominio de una lengua. En otras palabras, distintos hablantes, o incluso el mismo hablante en distintas ocasiones, pueden utilizar formas diferentes para expresar el mismo concepto, o tener varias pronunciaciones para la misma palabra.
El lenguaje es un fenómeno dinámico y cambiante, y la variación lingüística es un reflejo de esa dinamicidad, por lo que es un fenómeno natural y no se puede considerar en ningún como algo negativo o que daña a un idioma, ya que en muchos casos nos ayuda a entender la historia y los origines de una lengua, su evolución con el paso del tiempo y situación actual, sobre todo en la sociedad que vivimos. Estas variaciones lingüísticas son esenciales en un idioma y permiten a diferentes hablantes del mismo idioma a comunicarse de manera más efectiva en muchos contextos y situaciones, llevando a un mejor entendimiento común y final. No sólo eso, pero la variación lingüística forma además una parte clave en el idioma y da la oportunidad a muchos hablantes de expresar su identidad y patrimonio cultural, su lugar de origen y grupo social, constituyendo una riqueza para la lengua.
Sin embargo, en algunos casos, cierta variación lingüística se puede relacionar con un estereotipo negativo, y ser utilizada para discriminar o estigmatizar a ciertos grupos de hablantes. Por ejemplo, el uso de un acento o dialecto determinado puede ser visto como «poco educado» o «incorrecto» en comparación con el estándar establecido. En estos casos, es importante ser conscientes de estos prejuicios, y trabajar para alejarse de ellos y superarlos para proteger un idioma que se caracteriza por una gran multiculturalidad y diversidad como sería el español.
Al tratar con variaciones lingüísticas, por ajenas y extrañas que puedan parecer, no se deben confundir en ningún momento con préstamos lingüísticos, que son aquellas palabras prestadas de otro idioma completamente diferente y, aunque estén presentes en nuestro idioma, no tienen relación alguna.
¿Qué tipos de variación lingüística nos podemos encontrar?
Existen varios tipos de variación lingüística, según la zona geográfica de proveniencia, el estilo o registro que se utilicen, clase social y muchos otros aspectos, pero hay que tener presente en todo momento que todas las variaciones cohabitan entre sí en el mismo idioma y están muy relacionadas, y no son independientes ni se pueden dividir. Por lo general, nos podemos encontrar con:
- Variación diatópica o geográfica: Esta es la más común y contempla todas las variaciones en una lengua que difieren de un lugar a otro en el que se habla. Esto se debe a que las formas que utilizan las personas para hablar están sometidas a ajustes o cambios comunicativos y aunque entre hablantes que tienden a tener un contacto más estrecho encontrándose en un mismo lugar o a poca proximidad se utilizan las mismas maneras de lenguaje, este no es el caso entre hablantes del mismo idioma pero que se encuentran en diferentes regiones o áreas geográficas y cuyas hablas difieren y se da esta variación lingüística. Por ejemplo, son muchas las diferencias entre el español hablado en España y el español hablado en México o Argentina u otras partes de América del Sur.
- Variación diastrática o social: Se refiere a las diferencias en la lengua que se deben a la clase o grupo social en el que el hablante se encuentra. Las personas reajustan el lenguaje y nos encontramos frecuentemente con variantes diastráticas que hacen que los hablantes con características socioeconómicas u ocupacionales similares tengan unas características y peculiaridades en el idioma que les diferencia de otros grupos. Un académico o un catedrático puede, por ejemplo, hablar con otras maneras y vocabulario que un contable o un empleado del sector sanitario residiendo en el mismo lugar.
- Variación diafásica o contextual: Hay diferencias en la lengua que aparecen dependiendo del contexto, momento y lugar en el que se utilice. De hecho, en situaciones donde se contemple un registro lingüístico más formal el hablante puede optar por usar ciertas estructuras o formas léxicas sobre otras, y lo mismo sucede en momentos donde a lo mejor se requiera un discurso más informal o coloquial. Por ejemplo, uno no utilizaría el mismo estilo de lenguaje a la hora de dar un discurso o participar en una entrevista que en una reunión en compañía de la familia o amigos.
- Variación diacrónica o histórica: Es aquella que contempla todas las diferencias y variaciones que surgen a lo largo del tiempo en el idioma, su cambio y evolución. En este caso, hay que destacar que el español que se utiliza hoy en día no es el mismo que se utilizaba hace siglos en tiempos de Cervantes, por ejemplo, ni siquiera hace unas pocas décadas o hasta años, ya que se adapta y cambia constantemente según del tiempo en el que nos hallemos. En este sentido, un nieto puede hablar de distinta manera que su abuelo o padre, encontrándose diferencias lingüísticas de una generación a otra.
¿Qué variaciones lingüísticas y dialectos encontramos en el idioma español? ¿De dónde provienen?
El español es una de las lenguas más habladas del mundo que ya cuenta con un número de hablantes que roza los 600 millones. Teniendo sus orígenes en la península en los siglos XV y XVI, el español se ha expandido y ahora se habla en cuatro continentes, Europa por España, claramente, América donde se habla en más de 20 países, en África en Guinea Ecuatorial y en Asia donde el español se puede encontrar como lengua minoritaria en Filipinas o Israel.
Debido a su gran presencia y dado que el español es hablado por personas en rincones del todo el mundo alejados el uno del otro, pues esto nos lleva a un abanico de variaciones y diferencias en el lenguaje allá donde vayas, al igual que de dialectos. Aquí, habría que destacar sobre todo las variaciones lingüísticas que nos encontramos en los países de América, pero en primer lugar en aquellas que nos encontramos ya en España que difieren mucho entre sí.
En España
El castellano es la lengua oficial del Estado español, pero sin embargo existes grandes diferencias y variaciones lingüísticas entre un territorio o región y otro. Las principales variedades regionales del español de la península Ibérica se pueden dividir entre dialectos septentrionales y dialectos meridionales.
1. Los dialectos septentrionales son aquellos hablados en la mitad norte de la Península que están fuertemente influenciados por los dialectos históricos del latín navarro-aragonés y astur-leonés. Estos tienen unas características más conservadoras que los dialectos septentrionales y son más homogéneos también.
Dialectos: dialecto castellano, castellano aragonés, castellano riojano, castellano churro y castellano leonés.
2. Los dialectos meridionales se encuentran en la mitad sur de la Península y las Islas Canarias, y son menos conservadores presentando más variaciones y alejándose más del castellano estándar. Esto se da especialmente en lo que respecta a la pronunciación y a la fonética, lo que ha llevado a la formación de rasgos comunes específicos, tales como el seseo por el que se pronuncia la “s” en lugar del de la “z” o la “c” ante “e” o “i” que se da en Canarias y parte de Andalucía, como el ceceo que se encuentra en otras partes de Andalucía, o como el yeísmo que cada vez es más utilizado por los jóvenes y por el que se confunde el sonido de la “ll” por el de la “y” consonántica.
Dialectos: dialecto andaluz, dialecto andaluz oriental, dialecto extremeño, dialecto canario, dialecto manchego, dialecto madrileño, y dialecto murciano.
Aparte de los dialectos ya mencionados, cabe mencionar el contacto que tiene el castellano con otros idiomas, en la Península con el aranés, aragonés, gallego, catalán y asturiano, y en la frontera con Marruecos en Ceuta y Melilla con el árabe marroquí y el chelia. En estos casos, la mayoría de los hablantes de esas lenguas hablan también castellano, sobre todo, en el caso de que sean lenguas cooficiales junto con este y por ello hay un mayor contacto.
En América
El español de América y en particular el de América del Sur constituye la variedad geográfica más rica y viva de nuestro idioma, encontrándose sobre todo una gran diversidad lingüística en todo Hispanoamérica, donde muchos de los rasgos dialectales están estrechamente relacionados en especial con los dialectos meridionales del español como el canario o andaluz.
En total, el español es lengua oficial de iure o de facto, en 19 países americanos: Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay, Venezuela y Puerto Rico.
Algunos de los rasgos que existen en estos dialectos hispanoamericanos son el seseo que también es común, la preferencia del pretérito perfecto simple frente al compuesto, por ejemplo “esta tarde escribí un artículo” en vez de “he escrito”, el cambio de significado en palabras patrimoniales de origen castellano como en el caso de decir “camarón” y no “gamba”, y el famoso fenómeno del voseo, muy común en Argentina, donde se utiliza el “vos” en vez de “tú” y comporta la persona verbal de vosotros al conjugar.